Bueno, yo qué se... mejor no tentar.
Estamos en cuarentena, todos-todos. Argentina y el mundo. Esta situación es un quilombo y sería mejor ni pensar.
Yo nunca flasheé que podía ser tan grave. Sigo sin caer del todo, me van cayendo las fichas día tras día y trato de no maquinarme porque ya de por sí sufro de ansiedad, con esto mi cabeza no da más.
Soy sola, vivo sola, me mantengo sola. Tengo familia, papá y hermanos que están presentes y sé que cualquier cosa que necesite me van a ayudar. Pero la realidad es que la incertidumbre - o más bien la certidumbre de que esto se va a la mierda- me tiene un poco mal.
De por sí, mi círculo de ventas es chico. Si le sumamos que esto da para largo y que va a generar una recesión monstruosa, chau chiques, 3 tiros. Si le agregamos que vender online es casi imposible porque ¿quién va a gastar ahora? Todo bien con el te entrego después de la cuarentena, pero todos estamos con la misma ansiedark de cuándo, cómo y en qué condiciones vamos a salir de esta marejada.
Y el aspecto biológico de la pandemia no es menor. Acá la cuarentena se terminaría el 31 de marzo. Bueno, no va a ser así. Mínimo la van a extender 15 días más y si no es formal, yo la auto-determinaré y me quedaré acá encerrada hasta fines de abril mínimo. Porque la realidad es que el virus recién se está instalando y hay mucha gente -MUCHA- que sigue comportándose como un 28 RÁPIDO LA NORIA-CIUDAD UNIVERSITARIA CARTEL VERDE llevando el virus para todos lados.
Ojalá se tomase más conciencia. El mismo pelotudo que sale a aplaudir al balcón, es el que sale a comprarse "un chocolatito" o el que recibe el diario.
SI TIENEN UNA MÍNIMA POSIBILIDAD, QUÉDENSE EN SUS CASAS.